jueves, 23 de febrero de 2012

Dame la mano, soñemos.....

Sólo una palabra
que me lleve a tu amor,
un sentimiento inacabable,
y cien gritos de felicidad.

Sólo una vida para vivir,
junto a tu alma
que me embriaga
y me llena de ti.

Sólo mil momentos,
para soñarte,
para no despertarme
y no dejar de amarte.

Quise quererte,
en ti misma, quererte,
acariciando cada uno de tus sueños
... cada uno de tus sigilos callados.

Me atreví a susurrar sueños,
a susurrarte deseos alcanzables,
más atrevido: quise besarte
y borrar de ti toda tristeza.

Fue ese instante inacabado,
en el que vi tu mirada y su ternura,
el tintineo de esa emoción infantil,
el alma abierta a sentimientos.

¿Te acuerdas?,
recuerdas el amor,
cuando los dos éramos uno
y el mundo no tenía secretos.

Recuerdas cuando sonreíamos,
no cabían tristezas ni lamentos,
ni conocíamos más lágrimas
que las rellenas de felicidad.

Y sí lo recuerdas,
¿por qué no retornamos,
a eso que fue un amor,
y se llamó tú y yo?.

Dame la mano
para despedirte de lágrimas
y convertirlas en sonrisas
que adornen tu boca.

Te rescato de tu tristeza
llevándote al amor,
lleno de sueños,
pleno de gozos.

Dame la mano,
ámame hasta el fin
para que tus lágrimas
sólo sean de felicidad.

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